Si necesita pedir ciertas acomodaciones para así poder participar activamente en diferentes organizaciones comunitarias, quizás quiera revelarles que tiene una discapacidad. Hacer pública esta información, debe ser una decisión informada y es muy importante que entienda cuál es la finalidad de contarlo, qué debe hacer público y qué no, cuándo hacerlo y sobre todo, que se sienta cómodo conversando sobre su discapacidad con otras personas.

 

Por otro lado, si es un padre que está revelando la discapacidad de su hijo, es importante que lo incluya lo que más pueda en el proceso. Hacer pública una discapacidad no sólo es para la persona que está contando sino también para educar al resto en cómo ellos pueden ayudar a estas persona con necesidades especiales. Con niños, este proceso debe ser enseñado y practicado en un ambiente seguro y confiable. Una persona con discapacidades que conoce sus fortalezas y necesidades y es capaz de contarlas, es una persona capaz de defenderse a sí misma.

 

Cuando decida revelar su discapacidad, debe considerar que la información que está haciendo pública se limite sólo a cómo su discapacidad afecta su desarrollo en las organizaciones comunitarias. Por ejemplo, es muy diferente conversar con un amigo cercano sobre su discapacidad a contarle a una profesora que hace clases de pintura. Aunque haya tomado la decisión hacer pública su discapacidad, usted sigue teniendo derecho a la privacidad y sólo debe revelar la información necesaria para que puedan entender sus necesidades y le brinden el apoyo que necesite.